La teoría de las “ventanas rotas” o el contagio de las conductas inmorales
El segundo motivo de preocupación de los españoles, después del paro, es la corrupción; este fenómeno indeseable está salpicando día tras día a la clase política, con independencia de su posicionamiento ideológico, a los sindicatos, a los empresarios, a los deportistas… Parece como si la corrupción se contagiara de manera alarmante y vertiginosa, y atravesara a la sociedad en su conjunto. Entre todos tendremos que encontrar el antídoto para parar el contagio. La educación en valores y, en concreto, del valor de la honradez, podría ser una herramienta efectiva. La teoría de las “ventanas rotas” podría ayudarnos a comprender el fenómeno de la corrupción; esta teoría trata de explicar las causas del contagio de las conductas inmorales o incívicas. Tiene su origen en un experimento realizado por un psicólogo de la Universidad de Stanford, Philip Zimbardo, en 1969. El experimento consistió en abandonar un coche en las descuidadas calles del Bronx de Nueva