Inteligencia académica e inteligencia práctica

El profesor R. J. Sternberg en sus trabajos sobre inteligencia distingue entre la inteligencia analítica, que consiste en la habilidad para resolver problemas utilizando las aptitudes académicas; la inteligencia creativa, que permite afrontar situaciones novedosas y encontrar soluciones originales; y la inteligencia práctica, que permite afrontar los desafíos en la vida cotidiana.

Durante mi estancia como profesora invitada en la Universidad Complutense de Madrid, tuve el inmenso privilegio de asistir a la investidura como doctor Honoris Causa de R. J. Sternberg, en aquel momento profesor de la Universidad de Yale. En su discurso de investidura el profesor Sternberg habló de dos tipos de inteligencia. Para ilustrar a los oyentes sobre la importancia de la inteligencia práctica se inventó una historia que paso a narrarles:

 

“Dos jóvenes van caminando por un bosque. De repente encuentran un problema: un oso feroz y hambriento está corriendo detrás de ellos. El problema es,  por supuesto, qué hacer. El primer joven (...) ha sacado muy buenas notas en la Universidad y todas sus calificaciones en los exámenes son excelentes. Sus profesores le aprecian mucho sin saber que él tiene un cociente intelectual muy alto. Este joven es tan inteligente que puede calcular que el oso va a alcanzarles en diecisiete segundos. Y, compresiblemente, se deja llevar por el pánico. El segundo joven (...) ha sacado buenas notas en los exámenes pero nunca ha sido brillante. Lo que tiene este joven, sin embargo, es sentido común. Al ver al oso se quita sus botas de excursionista y se pone unos zapatos de lona. El primer joven lo ve y le grita: ¡Eres tonto! No hay forma de correr más que el oso.  A lo que el otro joven contesta: ¿qué importa? sólo tengo que correr más rápido que tú”.

 

            En esta primera parte de la historia el profesor Sternberg trata de resaltar, con mucha ironía por cierto,  el hecho de que aunque ambos jóvenes son inteligentes, el primer joven, el que se comió el oso, poseía una gran inteligencia académica o analítica pero carecía de inteligencia práctica. Este tipo de inteligencia es necesaria en la vida diaria para podernos adaptar y tener éxito en muchas de nuestras actividades. Pero no debemos desmerecer, a resultas de la primera parte de esta historia, la importancia de la inteligencia analítica en la vida cotidiana. La historia de los dos jóvenes tiene una segunda parte y cada lector o lectora podrá extraer sus propias conclusiones:

 

“El segundo joven contrajo fobia a los bosques, pero al tener una gran inteligencia práctica se dio cuenta que no podía pasar el resto de su vida así. En consecuencia regresó al bosque y se enfrentó a su fobia. Pero cuando empezaba a perderla se dio cuenta de algo importante: aunque el relámpago nunca vuelve dos veces al mismo lugar, los osos sí, y este oso no había comido desde que se comió al otro joven. Nuestro joven vio al oso y trató de encontrar una forma práctica de escapar. Nada. Finalmente, sólo pudo encontrar una solución: decidió rezar. Pidió a Dios que el oso se convirtiera en un ser religioso como él y escuchara; y un momento antes de que el oso alcanzara al joven, el oso se paró, se arrodilló y también comenzó a rezar... Pero ¡caramba! en la vida no es importante sólo la inteligencia práctica; también se tiene que analizar los problemas correctamente. El joven no había especificado la religión, y el oso rezó: Gracias, señor, por los alimentos que voy a recibir... y este fue el final del segundo muchacho”.

 

            Una vez finalizada su intervención, los asistentes aplaudieron durante largo rato. Su discurso podría haber sido tedioso e ininteligible para un público no especializado en el campo de la Psicología, pero el profesor Sternberg utilizó sabiamente su inteligencia analítica, práctica y creativa;  de este modo consiguió que la audiencia disfrutara y riera con sus ocurrencias. Todo un excelente ejercicio de poner en práctica lo que predicaba en su discurso.

Comentarios

  1. La historia que narra R. J. Sternberg a sus oyentes, desde mi punto de vista, expone de forma clara y concisa que, en este caso, la inteligencia académica no fue capaz de dar una estrategia efectiva para que los jóvenes sobrevivieran a esa situación. Sin embargo, la inteligencia práctica sí que fue capaz de solventar el problema que surgió de forma inmediata. Lejos de lo que la mayoría de la sociedad se podría imaginar, aunque la inteligencia académica es muy importante y cobra protagonismo sobre todo en los entornos educativos, no siempre es la más idónea para enfrentarse a retos de la vida cotidiana.
    Con esto se podría concluir la idea de que tanto la inteligencia académica como la inteligencia práctica son igual de valiosas, cada una con su función y su lugar en diferentes contextos, pero siendo necesario saber desarrollar ambas.

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  2. Me ha parecido muy interesante la manera en la que Sternberg, explicó cada concepto; de manera clara y divertida. Desde mi punto de vista, tanto la inteligencia práctica como la inteligencia analítica son importantes y lo ideal sería que se complementaran entre entre sí, como ya hemos leído en los ejemplos anteriores, el hecho de tener un alto nivel de conocimiento no indica que a lo hora de enfrentarnos a las situaciones que se presenten las resolveremos de manera eficaz. Por ejemplo, me ha pasado conocer maestros con muchos conocimientos pero que a la hora de explicarlos, ponerlos en práctica, enseñarlos … , les cuesta un poco. En definitiva, como profesionales considero importante proporcionar herramientas que le permitan a la persona desarrollarse y desenvolverse en el día a día, al fin y al cabo siempre habrá tiempo para aprender y mejorar la inteligencia analítica.

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  3. En esta reflexión realizada por el profesor R. J. Sternberg se realiza una diferenciación bastante
    significativa entre la inteligencia analítica o académica y la inteligencia práctica. Así pues, a través del ejemplo concreto de una situación vivida por dos jóvenes y un oso en el bosque, el profesor consigue transmitir de una forma sintética y clara, pero también bastante contundente, la importancia de la inteligencia práctica en nuestra vida cotidiana, sin desmerecer por ello la
    relevancia de la que dispone la inteligencia analítica o académica.

    En la primera parte de la historia narrada por el profesor se evidencia la razón por la que, a
    efectos de supervivencia vital, la inteligencia práctica puede llegar a resultar, en ocasiones, más
    útil que la inteligencia analítica o académica. Es decir, en esta primera parte del relato podemos
    comprobar que el joven que dispone de una mayor inteligencia práctica termina sobreviviendo,
    mientras que el joven que disponía de una mayor inteligencia académica o analítica termina
    siendo engullido por el oso.

    Este ejemplo tan claro podría tener el potencial necesario para abrir todo un entramado de
    posibilidades reflexivas en torno a la práctica educativa en nuestra sociedad, planteándose el
    conjunto del sistema educativo el orden de prioridades en el que fomenta (o no) un tipo u otro
    de inteligencia entre su alumnado.

    Por otro lado, en relación con la segunda parte de la historia, esta demuestra que en la vida no
    es suficiente con tener una buena inteligencia práctica. En esta ocasión, el segundo joven que
    sobrevivió decidió volver al bosque para enfrentar sus miedos, pero... ¿analizó adecuadamente
    la decisión que estaba tomando antes de ejecutarla? Claramente no, pues no tuvo en cuenta la
    posibilidad de que el oso volviera a estar hambriento y quisiera comérselo a él esta vez, tal y
    como ocurrió. Es decir, su escasez de reflexión crítica e inteligencia analítica le terminó
    deparando el mismo destino que al otro joven.

    En definitiva, esta historia relatada por el profesor R. J. Sternberg demuestra que en la vida es
    adecuado fortalecer todos los tipos de inteligencias (académica/analítica, práctica, creativa...)
    para garantizarnos un mejor progreso personal y una mayor supervivencia. En el ámbito
    educativo, considero que no se trata de centrar la intervención en un único tipo de inteligencia,
    sino de tratar de alcanzar un equilibrio óptimo entre todos los tipos de inteligencia existentes, lo
    que Aristóteles denominaba “el término medio”.

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  4. La historia de R. J. Sternberg ilustra de manera clara que, en la primera parte de la historia, la inteligencia académica no proporcionó una estrategia efectiva para la supervivencia, mientras que, la inteligencia práctica demostró ser capaz de resolver el problema desde una perspectiva diferente. Sin embargo, en la segunda parte de la historia se muestra que tener solo una buena inteligencia práctica no es suficiente, puesto que el joven que sobrevivió en la primera parte, decidió regresar al bosque sin pensar que el oso pudiese estar ahí nuevamente y matarlo, qué fue lo que finalmente sucedió. Por lo que, su falta de inteligencia académica le condujo al mismo final que a su amigo.

    En resumen, esta historia destaca que tanto la inteligencia académica como la inteligencia práctica son igualmente valiosas y es fundamental desarrollar ambas habilidades.

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  5. Esta reflexión me lleva a cuestionarme desde mi experiencia personal que este concepto triárquico de la inteligencia tiene una conexión con los saberes y las competencias hegemónicas. Durante la vida académica nos enseñan a que una persona para triunfar en la vida ha de superar mediante esa inteligencia académica los retos y modelos que nos presenta el modelo educativo. Pero hasta que punto es cierto… La profundidad y complejidad del proceso por el cual nos desarrollamos como personas, nos hace ver que el análisis superfluo de la persona no te aporta un diagnóstico para el éxito. Los itinerarios seguros para el éxito en la resolución de problemas y el cumplimiento de objetivos son tantos como personas en planeta.

    Concretamente, la conciencia de la inteligencia práctica y creativa y su desarrollo aporta a las personas, desde mi razonamiento, un análisis multidimensional del contexto en el que se desenvuelve el problema. Creo también que ambas inteligencias van muy de la mano ambas abordan contextos y variable fuera de las meramente aparentes.

    Es la memoria práctica, aquella que te permite salir del común bucle de hiper reflexión y puede combatir que por miedo al fracaso caigamos en la procrastinación, y por ende el fracaso. No solo te induce a la toma d decisión, sino que en el caso de que la decisión no sea la correcta permite la resiliencia de aprovechar otra oportunidad para adaptarse o corregir.

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  6. Al profesor R.J. Sternberg ya tenía el placer de conocerlo gracias a La Psicología, donde ya me resultaban de interés algunas de sus teorías sobre la mente humana. Aunque, sinceramente, nunca había tenido oportunidad, hasta ahora, de escuchar esta historia.

    Me quedé gratamente sorprendida de observar cómo había transformado la historia en una reflexión de la existencia de la inteligencia analítica y práctica. De esta manera, nos expone a dos jóvenes que se enfrentan a una situación problemática donde, el profesor, es capaz de hacer entender la importancia de la inteligencia práctica a la hora de solventar los problemas del día a día y, por tanto, de nuestra vida, sin restar importancia con ello a la inteligencia analítica.
    En el primer fragmento, nos deja entrever cómo, a supuestos prácticos, el segundo joven logró sobrevivir. Pues gracias a la inteligencia práctica, adaptó sus conocimientos a la circunstancia y logró, por tanto, obtener éxito frente al otro muchacho.

    Por otro lado, en la segunda parte de la historia, nos hace ver que no solo la inteligencia práctica es necesaria, sino que se debe complementar. En este caso, el segundo muchacho regresa al bosque con intención de vencer sus miedos, adquiridos después de toparse con el oso. Sin embargo, no reflexionó adecuadamente la decisión de volver, pues cabía la posibilidad de que se encontrarse con el oso, tal y como sucedió.

    Por tanto, gracias a esta pequeña historia, el profesor Sternberg nos hace reflexionar acerca de desarrollar ambas inteligencias, ya que, la primera de ellas, hace que te adaptes a las circunstancias y puedas responder adecuadamente al medio, mientras que la inteligencia analítica te hace reflexionar y meditar, logrando superar con ambas, cualquier problema de la vida diaria. Por lo que, es necesario desarrollar la inteligencia analítica para poder hacer buenas reflexiones ante esas situaciones y una buena inteligencia práctica que nos permita hacer uso del sentido común y adaptarnos a las situaciones diarias.

    También nos invita a iniciar un debate fundamentado en los diferentes estilos educativos que presenta nuestro país observando qué tipo de inteligencia fomenta cada uno en sus alumnos y ver cómo los menores se desarrollan en su día a día.

    Como conclusión, creo que es vital conocer que existe más de un tipo de inteligencia y que se debería fomentar en todos sus tipos para poder enfrentarse a las heterogéneas situaciones de la vida, logrando un equilibrio exitoso.

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  7. La historia del profesor R. J. Sternberg aborda la diferencia entre varios tipos de inteligencia, en concreto la inteligencia analítica, creativa y práctica.

    En la primera parte resalta la relevancia de la inteligencia práctica en el contexto de la vida cotidiana. A pesar de que el primer joven era académicamente brillante carecía de la astucia necesaria para enfrentar la situación con el oso de manera efectiva. Por otro lado el segundo joven, aunque no sobresale en el ámbito académico, demostró tener inteligencia práctica al tomar decisiones eficaces ante una posible amenaza del oso.

    La segunda parte de la historia resalta que además de inteligencia práctica, es necesario analizar los inconvenientes y considerar todas las posibilidades antes de tomar decisiones precipitadas.

    En definitiva, Sternberg destaca la importancia de equilibrar los distintos tipos de inteligencias debido a que como hemos visto en la historia, con una sola no podríamos “sobrevivir”.

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  8. La narración que utilizó R.J. Sternberg para hablar sobre la inteligencia analítica o académica y la inteligencia práctica clarifica realmente el significado de ambas y de que estas son importantes para nuestro día a día pero que dependiendo de la situación necesitaremos una más que la otra. El ejemplo de los dos estudiantes explica de manera clara lo que nos podemos encontrar en las aulas, es decir, alumnos/as que dependiendo de los retos o problemas que les propongamos presenten mayor o menor dificultad para su resolución independientemente de la capacidad que tengan. Bajo mi opinión es triste que hoy en día se le dé un mayor protagonismo a la inteligencia académica (la cual es importante) y que a la inteligencia práctica no se le dé el papel que merece. Debo resaltar de que ambas son necesarias, pero cuando el alumnado sale de las aulas, en muchas ocasiones, la inteligencia práctica es la que va a primar a la hora de tomar decisiones y si eso no lo potenciamos dentro de la escuela desde una temprana edad, el alumnado presentará dificultades a la hora de tomar decisiones sean de la índole que sean.

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  9. Las historias presentadas por el profesor R. J. Sternberg sobre dos jóvenes y el oso son una forma ingeniosa de transmitir conceptos relacionados con la inteligencia analítica, práctica y creativa. Personalmente, considero que estas historias reflejan la importancia de equilibrar diferentes formas de inteligencia en la vida cotidiana.

    La primera historia, que involucra a un joven académico que se deja llevar por el pánico frente a un problema real, resalta la limitación de depender exclusivamente de la inteligencia analítica. Esta narrativa nos recuerda que las habilidades académicas son valiosas, pero no son suficientes para enfrentar los desafíos de la vida real. Por lo que esta historia destaca la importancia de la adaptación y el pensamiento práctico en situaciones cotidianas.

    La segunda parte de la historia, aunque introduce un elemento humorístico, ofrece una lección importante sobre la creatividad. El segundo joven intenta una solución creativa al pedir al oso que se convierta en religioso, lo que destaca que la creatividad puede ser una herramienta poderosa en la resolución de problemas, pero también debe estar respaldada por un análisis lógico de la situación.

    En general, estas historias me parecen valiosas porque nos instan a reflexionar sobre cómo aplicamos nuestra inteligencia en la vida cotidiana.

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  10. La historia que nos ha contado el profesor R. J. Sternberg, presenta varios puntos muy interesantes sobre la concepción y el uso de las diferentes inteligencias que existen. En primer lugar, al inicio de la historia, resalta que el primer estudiante es alguien brillante con una gran inteligencia analítica y, el segundo estudiante, por el contrario, presenta una gran inteligencia práctica.

    Durante el desarrollo de esta, podemos ver cómo ambos poseen una de las inteligencias que al otro le falta, desencadenando una serie de acciones influidas por ello. El primer estudiante, analiza la situación y concluye con que no se puede huir del oso, mientras que, el segundo estudiante, entiende que si quiere sobrevivir debería empezar a correr. El primero se queda confuso ante esta acción, no viendo una vía de escape o una solución alternativa al problema. Al final, el segundo estudiante logra sobrevivir, ya que puede correr más que el primero, siendo éste devorado por el oso.

    Por el contrario, la historia continúa, y es que el segundo estudiante, el cual había sobrevivido, decidió adentrarse de nuevo al bosque para superar su fobia tras el encuentro con el oso. Caminando por el bosque, se encuentra con el animal nuevamente y este no puede hacer nada más que rezar, ya que no se le ocurre alguna manera práctica de escapar del oso. Este se acerca al hombre y se pone a rezar a su lado, dando las gracias por la comida que iba a devorar, concluyendo así la historia.

    Lo que nos demuestra esta pequeña historia, es que ambas inteligencias son muy importantes para el desarrollo de una persona, teniendo que buscar siempre un punto medio para desarrollar ambas. Tanto el primer como el segundo estudiante, poseían sólo una de esas inteligencias, careciendo de la otra y provocando su fatal destino. Esto nos deja la puerta abierta a que, si hubieran trabajado en equipo, quizás podrían haberse salvado, pero eso es arena de otro costal. La historia también nos deja lo que puede ser una crítica del ser humano, y es que, cuando las soluciones basadas en la inteligencia o en una base científica no tienen resultado, acudimos a la inteligencia espiritual, creyendo que algún ser divino intercederá por nosotros ante una situación extrema.

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  11. La historia del profesor R. J. Sternberg, me ha resultado bastante interesante para poder plantearnos la importancia de encontrar un equilibrio entre la inteligencia académica y la inteligencia práctica. Es decir, ser capaces de ajustar cada situación e identificarla, dependiendo del contexto, en una idea u otra. Por ello, debemos empezar recalcando que ambas son significativas, en su medida, bien desde un enfoque evaluativo o escolar, o desde la lógica y las habilidades.

    No obstante, considero que ambas deberían ser complementarias, de forma que logremos un aprendizaje significativo comprendiendo las dos formas de inteligencia. Por ejemplo, desde el punto de vista escolar, como docentes, tendríamos que buscar la manera de que nuestros alumnos/as sean capaces de lograr, tanto contenidos curriculares o altas calificaciones consiguiendo el éxito académico, como destrezas y aptitudes que le permitan tomar decisiones de forma lógica, siempre que la situación lo determine (como en la historia). Así, podemos hacer mención sobre la toma de decisiones y su papel significativo en las personas, ayudándonos a crear opiniones, ideas, criterios o planteamientos en base a nuestro propio pensamiento, el cuál deberíamos haber desarrollado a través de la inteligencia académica y la inteligencia práctica.

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  12. Después de leer esta interesante e intrigante historia que relata Sternberg, encuentro curiosa la forma en que este autor intenta explicar su propia teoría y creo que consigue hacerlo, aunque a rasgos muy generales. Considero que la anécdota está muy bien para adentrarte al debate de los tipos de inteligencias y hacerte reflexionar sobre el tema, pero realmente en un concepto bastante denso.

    En la primer parte de la historia nos hace ver como muchas veces le damos mayor importancia a la inteligencia analítica o académica, mientras que infravaloramos otros tipos de inteligencia como la práctica, que puede ser de gran utilidad para enfrentarnos y adaptarnos a las situaciones que nos ocurren en nuestra vida. En la segunda parte del relato podemos ver lo contrario, como hay situaciones en que la inteligencia analítica es de mayor utilidad, para poder analizar las probabilidades y tener los conocimientos para tomar decisiones adecuadas.

    En mi opinión, estas dos inteligencias no tendrían porque estar enfrentadas, ambas son muy necesarias en el día a día de todas las personas. Y considero que todos poseemos ambos tipos de inteligencia, algunos pueden tener una mayor capacidad analíticas y otros una más práctica, pero todos poseemos ambas en mayor o menor medida. Dependiendo de la situación hay inteligencias que serán de mayor utilidad y permitirán tomar mejores decisiones, pero dependen una de la otra. Lo mismo sucedería con la inteligencia creativa, que sería esa capacidad para solucionar problemas nuevos e integrar toda la información del entorno.

    En conclusión, para mi esta teoría de la inteligencia abarca conceptos generales y que los tipos de inteligencias que propone están relacionados unos con otros, y funcionan como una maquinaria en conjunto, siendo los tres necesarios para poder abordar las dificultades de la vida. Así como hay personas que tienen más desarrollada un tipo de inteligencia u otra, sin ser esta de mayor importancia que las demás y que dependiendo de la situación pueden ser una ventaja.

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  13. En este texto se presenta una reflexión bastante interesante y humorística para ilustrar las diferentes inteligencias que el profesor R.J. Sternberg distingue en sus trabajos: analítica, creativa y práctica. Para ello, a través del ejemplo que propone de un oso en el bosque y dos jóvenes, nos incita a reflexionar sobre que la inteligencia no se limita a las habilidades académicas, sino que también incluye la capacidad para abordar aquellas situaciones cotidianas de manera efectiva.

    De este modo, esta historia destaca la importancia de saber adaptarse a las circunstancias de la vida. En otras palabras, muestra como el sentido común y la flexibilidad pueden ser tan cruciales como las habilidades académicas o creativas. Por ello, el texto resalta la importancia de equilibrar las diversas inteligencias, haciéndonos ver que son esenciales en diferentes situaciones y qué la falta de una perspectiva completa puede llevar a resultados inesperados.

    Esto último me recuerda a la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, en la cual se argumenta que las personas poseen múltiples inteligencias y que es importante reconocer y desarrollar todas ellas para lograr un equilibrio en el desarrollo humano.

    Por tanto, en este contexto, Gardner al igual que este profesor diría que no debemos sobrevalorar una forma de inteligencia sobre las demás, sino que debemos buscar esa estabilidad en el desarrollo y aplicación de las inteligencias para tener “éxito” y bienestar en la vida.

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  14. Stenberg es un psicólogo muy reconocido por la teoría que elaboro: la teoría triárquica de la inteligencia, según la cual existen tres tipos de inteligencia:

    Inteligencia analítica.
    Inteligencia creativa.
    Inteligencia práctica.

    El relato que se expone además de original, me resulta una manera muy elocuente de explicar la importancia de adaptar tus conocimientos e inteligencia al contexto en el que nos encontramos. Podemos observar como la inteligencia analítica, muy valorada en los contextos escolares, se queda en segundo plano al aparecer la inteligencia práctica, la verdadera protagonista de salir airoso de los problemas que se presentan en el día a día.

    De esta forma, podemos decir que Sternberg entiende la inteligencia como una relación del individuo con el contexto en un nivel cognitivo con el objetivo de adaptarse dependiendo de la circunstancia. No son inteligencias que sean contrarias, es decir, si se posee una, no se posee la otra, todo lo contrario, lo ideal sería que los individuos trabajaran cada una de ellas, puesto que son muy necesarias a la hora de tomar decisiones y resolver los problemas.

    En lo referido a el contexto profesional, las tres son muy necesarias puesto que para poder resolver un problema y elegir la solución más eficiente, necesitarás la práctica. Para poder tener conocimientos para resolver esas cuestiones necesitarás la analítica. Y para buscar nuevos caminos o retos no familiares para resolver un problema, necesitaremos la creativa.

    Es por ello, al igual que la teoría triárquica de la inteligencia, no es necesaria llegar al máximo en una de ellas, sino que se precisan las tres. Es por ello que los equipos de trabajo pueden trabajar mejor que un único individuo puesto que todos y cada uno de nosotros podemos aportar soluciones y propuestas.

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  15. La historia que narra el profesor R. J. Sternberg refleja de una forma muy clara dos tipos de inteligencia; la analítica y la práctica. En la primera parte, observamos la inteligencia práctica en el momento en el que el segundo joven decide cambiarse el calzado para correr más rápido que el primero, puesto que sabía que cuando el oso alcanzara a uno de los dos jóvenes pararía y, de esta forma, salvaría su vida. Asimismo, el profesor quiso resaltar la importancia de la inteligencia práctica para resolver ciertas circunstancias de la vida.

    No obstante, en la segunda parte de la historia, nos destaca que dicha inteligencia tiene que complementarse con más tipos de estas, puesto que sola no resulta ser de gran utilidad. Como ejemplo de ello, nos muestra la inteligencia analítica en el segundo párrafo. Esta reflexión, la vemos plasmada en dicha parte, donde el profesor nos relata cómo el primer joven se enfrenta a su miedo de regresar al bosque, olvidando así la posibilidad de que el oso apareciera de nuevo. El oso hambriento vuelve a aparecer y es ahí, cuando nos damos cuenta que la inteligencia práctica no es suficiente. En ese momento, el joven opta por ayudarse de la religión, sin embargo, es en vano puesto que no logra especificarla. El oso también se detiene e irónicamente comienza a agradecer que pueda volver a comer.

    Como reflexión final, cabe destacar la importancia de saber la existencia de los distintos tipos de inteligencia y, del mismo modo, tener el conocimiento de cómo aplicarlas en ciertas cuestiones de nuestra vida. De esta manera, creo que es necesario fomentar estrategias de aprendizaje en diversas situaciones del día a día, logrando una mejor forma de resolver los problemas que se nos presenten utilizando este conjunto de inteligencias.

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  16. Desde mi punto de vista, el profesor Sternberg quiso plasmar las tres inteligencias de una forma concisa, pero que diera paso a la reflexión. A través de los relatos se puede apreciar que la inteligencia práctica te ayuda a sobrevivir, hace al individuo tener ideas rápidas, ocurrencia y como se diría coloquialmente, ser “espabilado”. La inteligencia analítica, la plasmó como la habilidad de analizar los problemas correctamente, aspecto importante de desarrollar, pero en el caso de una situación en la que el razonamiento debe ser rápido y además, bajo el mandato de las emociones, esta resulta innecesaria sino se compagina con la inteligencia práctica. Por último, pero no menos importante, la inteligencia creativa, plasmada simplemente con la forma tan original de explicar los distintos tipos de inteligencias.

    Por lo tanto, como conclusión, las inteligencias no están dando unos resultados óptimos ni cumpliendo su función si se aíslan entre sí, sin la inteligencia práctica no somos capaces de buscar la solución más eficaz y rápida en un momento de tensión y sin la inteligencia analítica, no podremos analizar el problema. Es imprescindible, desarrollar y trabajar ambas inteligencias.
    Otro aspecto interesante del relato es que estas inteligencias no van relacionadas con las calificaciones del alumnado, no tiene nada que ver las notas que obtuviera en las asignatura con el nivel de desarrollo de estas inteligencias.
    Además, me parece muy interesante trás este relato, razonar si verdaderamente en las escuelas o incluso con nuestro entorno social, estas inteligencias son trabajadas o simplemente salimos con títulos académicos, pero sin lo verdaderamente importante para vivir.

    Érika Thalía Socas González

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  17. Atendiendo al texto de R. J. Sternberg mencionando la inteligencia práctica y la inteligencia analítica he sacado las siguientes conclusiones:
    Ambas inteligencias bajo mi visión son importantes siempre y cuando sean complementarias, puesto qué la práctica nos prepara para el objetivo concreto, en esté caso ''salvarnos'' del oso, te prepara para la vida y los acontecimientos que tienes que resolver en el momento durante el proceso. En cambio la inteligencia analítica te hace reflexionar, te paras a pensar en las estrategias que puedes usar para ''salvarte'' en analizar la situación y llegar al objetivo pero desde una visión más general antes de tomar la decisión.
    A modo de conclusión reiterándome en el inicio, ambas inteligencias deben ser complementarias y desarrolladas en las personas puesto que cada una (como muchas otras inteligencias a desarrollar) nos preparan para situaciones y contextos en los que debemos de intervenir como profesionales, consiguiendo así el objetivo ya sea aplicando en mayor o menor medida cada inteligencia.

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  18. La historia del profesor Sternberg nos destaca la diferencia entre dos tipos de inteligencia: la analítica y la práctica.

    En la primera parte de la historia, podemos observar como el profesor destaca la importancia de la inteligencia práctica en nuestra vida cotidiana, resaltando las habilidades de adaptación y el sentido común para resolver obstáculos. Sin embargo, no debemos subestimar la inteligencia analítica, que es la que está basada en el pensamiento lógico y académico. Ya que, aunque el primer joven de la historia, careciera de inteligencia práctica, tenía un conocimiento analítico valioso que podría salvarle en otras circunstancias.

    Por ello considero que el profesor Sternberg lo que nos sugiere es la idea de una perspectiva equilibrada sobre las inteligencias, sabiendo que ninguna es mejor que la otra, ya que ambas son valiosas en diferentes contextos de la vida.

    De esta manera, para que una educación sea completa debería incluir el desarrollo de ambas inteligencias, permitiendo a las personas enfrentarse a una gama de desafíos mucho más amplia y pudiendo tener más posibilidades de éxito.

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  19. En la historía que narra J. Sternberg se ve reflejada la inteligencia analítica y la inteligencia práctica. La pregunta que me sugiere esta narración es, ¿nos prepara el sistema educativo para explotar más la inteligencia analítica, la inteligencia práctica o ambas?. Y tras reflexionarlo unos minutos, creo que en la anteriores leyes educativas preparan al alumnado para tener una mayor inteligencia analítica, inclusión premiando más al alumno o alumna que la tuviese más potenciada. Sin embargo, la sociedad en los últimos años está en constante cambio y para poder adaptarnos y estar acorde a las demandas de los actuales puestos de trabajo, se necesita una mayor inteligencia práctica. Por ello, la actual ley educativa, y espero, que futuras leyes educativas, también pongan el énfasis en potenciar la inteligencia práctica, sin desvalorar la inteligencia analítica, sino que se potencien y se valoren las dos.

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  20. El texto presenta una interesante reflexión sobre la distinción entre la inteligencia académica y la inteligencia práctica, utilizando una anécdota ingeniosa protagonizada por dos jóvenes y un oso. En la primera parte de la historia, se subraya cómo la inteligencia práctica es crucial en situaciones de la vida real, ya que permite adaptarse y tomar decisiones efectivas en momentos críticos. Sin embargo, la segunda parte de la historia también enfatiza la importancia de la inteligencia analítica y el análisis crítico, ya que el segundo joven, a pesar de su inteligencia práctica, no realiza una evaluación adecuada de la situación, lo que lleva a su desgracia. En última instancia, el texto resalta la necesidad de equilibrar ambas formas de inteligencia para afrontar con éxito los desafíos cotidianos y destaca la importancia de la creatividad como un componente valioso en la resolución de problemas. Este relato ilustra de manera sencilla la idea de que trabajar tanto la inteligencia académica como la inteligencia práctica es esencial en la vida cotidiana y también plantea preguntas importantes sobre cómo se promueven estas inteligencias en el ámbito escolar y en la toma de decisiones diarias.

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  21. Tras leer y reflexionar acerca de la historia del profesor R. J. Sternberg, he podido extraer varias ideas.

    Utiliza un lenguaje y una metodología muy adecuada para el público al que se dirige, logrando atención e implicación en la temática que quería abordar.

    La importancia de procurar, como futuros docentes, potenciar los tres tipos de inteligencias que el profesor Sternberg detecta. Pues, aunque en este caso, la inteligencia práctica o creativa le ofreciera más tiempo de vida a nuestro segundo personaje, ambos tuvieron el mismo desenlace.

    No obstante, quizás si este segundo hubiera dispuesto de una inteligencia analítica superior, igual al volver, habría elegido otra zona del bosque más transitada. De esta forma, sabría que en esa hay más posibilidades de volver a coincidir con el oso, pues habría adquirido un aprendizaje de la situación anterior.

    En definitiva, probablemente cada persona tenga un tipo de estas tres inteligencias más desarrollada que el resto, y la emplearemos de manera más significativa al resolver un problema. Este mayor uso se puede relacionar con nuestras experiencias previas. Por este motivo, en la escuela, deberíamos fomentar estrategias, metodologías o actividades que procuren un equilibrio entre estas inteligencias, es decir, un desarrollo más equitativo.

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  22. El profesor R. J. Sternberg utiliza una historia dividida en dos partes para que los oyentes puedan entender la importancia y diferencias que hay entre dos de las tres inteligencias que él mismo distingue en sus investigaciones: la académica y la práctica. Este modelo de inteligencia trasciende del planteamiento tradicional que está basado en la competencia académica exclusivamente.
    El relato que emplea el ponente en su investidura muestra como los dos jóvenes en el bosque piensan y actúan utilizando la inteligencia práctica dado que de ésta depende el resultado de sus decisiones, tanto si son favorables como si de lo contrario, no lo son. Dentro de ellas, podemos tener buenos resultados o no independientemente de si los jóvenes poseen inteligencia académica. Con esta primera parte de la historia se entiende que, aunque una persona tenga grandes conocimientos teóricos y puedan calcular los problemas a los que se enfrente, si no posee habilidades para resolver problemas cotidianos y prácticos, el resultado no será viable.
    Además, en la segunda parte de la historia se enaltece la necesidad de tener inteligencia analítica, ya que no solo con la práctica, obtenemos resultados factibles en todos los casos. Esto se define cuando el joven se enfrenta a una situación crítica en el bosque y es cuando se da cuenta que el oso tiende a volver al mismo lugar, pero la estrategia que emplea en este caso en el que usa su inteligencia `práctica, no le trae buenas consecuencias.
    En definitiva, el enfoque de Sternberg en las inteligencias analítica, creativa y práctica transmite las habilidades cognitivas que puede poseer una persona y como todas estas son esenciales en los diferentes momentos de la vida. Además, la historia hace entender al espectador que todas se complementan y son fundamentales ante cualquier desafío.

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  23. El profesor R.J. Sternberg ha realizado trabajos sobre la distinción entre tres inteligencias: analítica, creativa y práctica. Cabe destacar que dicho profesor ha ejemplificado dichas inteligencias mediante la narración de una historia de un oso en el bosque y dos jóvenes cuyo objetivo principal es salvar sus vidas.


    En la primera parte de la narración, se sitúa a dos jóvenes en un bosque que se encuentran con un oso. Cabe mencionar que uno de los jóvenes posee una mayor inteligencia académica debido a sus excelentes resultados y el otro joven tiene buenas notas, pero no tiene el mismo nivel de inteligencia. Sin embargo, en esta situación el segundo joven es el más inteligente debido a que es capaz de saber cómo actuar para salvar su vida. Por lo tanto, aquí se demuestra la importancia de la inteligencia práctica para la realización de las tareas de nuestro día a día.


    En la segunda parte se demuestra que en ocasiones la inteligencia práctica no es la respuesta absoluta puesto que también es necesario poseer conocimientos debido a que el segundo joven que se había salvado en la primera parte utilizando la inteligencia práctica, ahora utilizando dicha inteligencia no es suficiente para sobrevivir.


    En la sociedad actual, está normalizado pensar que lo que prima es la inteligencia académica, pero como hemos podido comprobar a través de esta narración no es suficiente. Por lo tanto, el profesor R.J. Sternberg pretende transmitir la idea de que tanto la inteligencia práctica como la académica son esenciales en la vida.

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  24. La historia narrada por el profesor R. J. Sternberg me ha parecido sumamente interesante y significativa. Asimismo, me ha gustado la manera en la que explica los conceptos de inteligencia práctica e inteligencia analítica, pues lo hace de una manera creativa y sencilla de comprender.

    La moraleja de esta historia es un claro ejemplo de que tener un alto nivel de conocimientos no es la principal solución a los problemas que nos suceden en nuestra vida diaria. La inteligencia analítica es fundamental, por supuesto, pero ha de coexistir y funcionar en consonancia con la inteligencia práctica. Sin duda, la mejor forma de aprender es aprender haciendo. Los conceptos y aprendizajes se integran mejor cuando los practicamos y aprendemos de nuestros errores.

    Por otra parte, esta lectura me ha hecho reflexionar sobre mi trayectoria académica, puesto que en algunas ocasiones se me planteó mi proceso educativo como un proceso competitivo y no como uno vital que aporta herramientas y recursos para afrontar las dificultades.

    En definitiva, ojalá la historia planteada por R. J. Sternberg llegue a más personas para que comprendan la importancia de ambos conceptos y la necesidad de aplicar ambos simultáneamente.

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  25. El profesor R. J. Sternberg, nos habla sobre tres tipos de inteligencias diferentes, pero que bajo mi punto de vista, no por ser distintas, quiere decir que estas no se complementen o se enriquezcan las unas de las otras. Pues la propia historia del oso nos ilustra cómo estas inteligencias se entrelazan en situaciones reales. De este modo, cabe destacar la importancia de no subestimar ningún tipo de inteligencia en la vida diaria. Desde el punto de vista docente, considero que trabajar todo tipo de inteligencia es algo fundamental para desarrollar e manera integral a un individuo, pues toda inteligencia es necesaria y en situaciones cotidianas las debemos poner en marcha, resaltando así que ninguna es más importante que las otras.

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  26. A lo largo de nuestra vida académica nos enseñan en muchos ámbitos, pero también nos incitan a competir con los demás y con nosotros mismos, nos motivan para superarnos, pero también puede que nos paralicen nuestras metas con ciertos comentarios en nuestra etapa escolar, poca ayuda, y quizás una pobre educación para la vida, para esa vida en la que aplicaremos muchos de esos conocimientos aprendidos sin darnos apenas cuenta.
    Tras la historia de cuenta R.J. Sternberg, podemos reflexionar, pero, sobre todo, podemos concluir en que ambas inteligencias a las que se refiere en un principio: inteligencia académica e inteligencia práctica son necesarias por igual en los individuos, ya que ante todo problema en la vida, ante toda toma de decisiones, debemos realizar una reflexión en la que ya en ella pongamos sentido común, siempre.
    Llevando un poco a nuestro terreno, creo que es importante que se destaquen las inteligencias del alumnado, y que se desarrollen, todas y cada una de ellas de forma equilibrada y a través de la práctica, el trabajo en equipo y la diversidad de recursos que tenemos actualmente al alcance de nuestra mano, y por supuesto, dándole importancia siempre a aquellas en las que mejor se desenvuelven, pero teniendo siempre una base equilibrada de todas, sobre todo en inteligencias como las que nombra R.J. Sternberg. Considero que lo más importante de la educación es “Educar para la vida” y las inteligencias destacadas por el autor en concreto son muy importantes para ello.

    Tara Aliaga.

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  27. Las personas somos distintas entre sí debido a las experiencias/vivencias, la información/conocimiento adquiridos del entorno (contexto, realidad, familia, amistades, talleres, escolarización, cultura, ideología, etc.), el desarrollo/potenciación de habilidades, la motivación/intereses y/o expectativas que tenemos nos hacen tomar decisiones concretas ante las situaciones que se nos presentan, pensando y actuando acorde a ello. Con la historia de R.J.Sternberg se puede apreciar esta idea pues, debido a las circunstancias pasadas que ha vivido cada individuo, el entorno y lo que ha recibido del mismo, sumado al desarrollo de ciertos aspectos (inteligencias), les ha hecho pensar y actuar de distinta forma ante una misma situación. Siendo, por tanto, importante el pensar, el estudiar y aprender, seguir formándonos, adquirir nuevas habilidades y desarrollar las que se tienen, por ejemplo, durante nuestra vida.

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